Sebastián Quesada Moreno ha sido un gran empresario en nuestro pueblo. Nació en el 1942, tiene 78 años. Es un gran ejemplo para los jóvenes, ya que fundó una empresa de construcción y a pesar de varias crisis económicas logró seguir adelante. Formó una empresa familiar constructora y promotora. Se resalta su participación en la construcción de la primera fábrica de Bayer y una de las fábricas de Lladró.
P: Señor Quesada, ¿cuántos estudios ha cursado en su vida?
R: No he cursado ninguno, ni siquiera pude ir al colegio de pequeño. Nací en la posguerra y me tuve que poner a trabajar; he aprendido a sumar, restar, multiplicar, dividir y hacer raíces solo. Incluso cuando tenía que ayudar a hacer los deberes a mis hijos me tocaba estudiar, siempre llevaban los deberes perfectos.
P: ¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo laboral?
R: Cuando yo tenía 12 años, mi padre trabajaba en la construcción así que yo le pedí que me llevase a trabajar con él a la obra. En poco tiempo, me hice un buen oficial de albañil y luego un aparejador me introdujo en la vida empresarial. Allí empezó mi desarrollo como constructor y promotor de obra.
P: ¿Cómo le surgió la idea de formar una empresa?
R: Aunque yo no tenía conocimientos empresariales, le caí muy bien a este aparejador y me dijo que yo prometía como constructor y promotor en la construcción. Le dije que no, me era imposible, pero me animó y me abrió el camino para empezar en el mundo empresarial.
P: ¿Cuántas construcciones ha hecho usted en Valencia?
R: He hecho muchas. En Valencia capital hay varios edificios construidos por mí; en la plaza Alfonso en Magnánimo hice un edificio de ladrillo de cara vista que hoy día es un edificio emblemático, tiene 50 años. En Port Saplaya, Alboraya, más del 40% de los edificios los construí yo. También en Burjassot, en Torrente (el Vedat), Meliana y en Náquera hice una promoción muy importante, hasta yo cambie la normativa de construcción ya que no se podía construir en altura pero yo conseguí hacer una gran urbanización.
P: ¿Qué construcciones ha hecho usted en Burjassot?
R: Teníamos una buena reputación en el Ayuntamiento de Burjassot y debido a esto hicimos unos trabajos puntuales: nichos, alguna rehabilitación de algún edificio,… También algunos edificios importantes, la calle actor Rambal la hicimos y una calle completa, María Ros.
P: ¿Qué problemas ha tenido usted que salvar en su carrera empresarial?
R: Tuve que hacer frente a una crisis en la década de los 60, 70, 80, 90 y 2008.
P: ¿Qué problemas ha tenido usted que salvar en su carrera empresarial?
R: Tuve que hacer frente a una crisis en la década de los 60, 70, 80, 90 y 2008.
P: ¿Cómo compaginaba su trabajo con su familia? ¿Por qué? ¿Cuántos hijos tiene?
R: Yo tengo seis hijos, que se dedican los seis a la construcción. Me dividía el tiempo, les he dado a ellos una buena posición, una buena educación. Tienen su propia empresa ha tenido que pasar también por crisis, hasta han montado una empresa de ascensores.
P: ¿Cómo pudo sobrevivir a las crisis económicas de su empresa?
R: Con esfuerzo, trabajo, abnegación y el apoyo de mi familia sobre todo el de mi esposa junto con su amor incondicional.
P: ¿Qué consejo le daría a las personas que quieren ser emprendedoras?
R: Ante todo que le pongan ilusión, se marque metas primero pequeñas y conforme vayan avanzando esas metas pequeñas, se pongan otras superiores. Pero siempre tienen que ser abnegados y tener una mente empresarial, es muy distinto trabajar para una empresa que ser empresario.
R: Yo tengo seis hijos, que se dedican los seis a la construcción. Me dividía el tiempo, les he dado a ellos una buena posición, una buena educación. Tienen su propia empresa ha tenido que pasar también por crisis, hasta han montado una empresa de ascensores.
P: ¿Cómo pudo sobrevivir a las crisis económicas de su empresa?
R: Con esfuerzo, trabajo, abnegación y el apoyo de mi familia sobre todo el de mi esposa junto con su amor incondicional.
P: ¿Qué consejo le daría a las personas que quieren ser emprendedoras?
R: Ante todo que le pongan ilusión, se marque metas primero pequeñas y conforme vayan avanzando esas metas pequeñas, se pongan otras superiores. Pero siempre tienen que ser abnegados y tener una mente empresarial, es muy distinto trabajar para una empresa que ser empresario.
Shakira Q. 3º ESO