La rara normalidad de despedir 4º

Ir a clase todos los días, sentarse y hablar con los compañeros, ver las sonrisas, el brillo de los ojos, las muecas, los gestos. Volver a una vida normal llegó a parecer un imposible. Cuarto de la ESO somos la generación del COVID, la enfermedad que envenenó el aire y nos encerró en nuestras casas en la primavera de primero de la ESO. La pandemia que nos obligó a las clases on line, a los turnos, a las mascarillas, el hidroalcohol y la distancia social ¡ Qué frío hacía con todo abierto madre mía! Han pasado cuatro años y  parece que fue hace mil. De repente estábamos  encerrados en casa y solo habíamos cursado unos meses en la ESO. Era un  tiempo inédito,  una situación imposible y  teníamos todas las dudas del mundo. El confinamiento y todo lo que vino después nos va a definir  como generación para siempre.

 

El tutor nos pidió que resumiéramos  cuarto con una palabra y se acumularon las sensaciones y los adjetivos: nostálgico, cambios, miedo, descubrimientos, intrigante, intenso, barbaridad, lokurita, interesante, bombastic. Nos sentimos jóvenes y tenemos ganas de cambios. Nos sentimos frágiles y tenemos algo de miedo a los cambios. Estamos arriba y al rato ya no, sonreímos, gritamos y lloramos y volvemos a sonreír. Nos queremos ir a cada rato y nos quedaríamos en esta clase una temporada larga.  Nos sentimos protagonistas de este tiempo que nos ha traído tik tok, reguetón, trap triste y flow two thousand. Hay cierta prudencia sobre el tiempo que ha de venir pero sabemos que el futuro nos pertenece. Como nos advirtió Spiderman : un gran  poder exige una gran  responsabilidad.

Siempre que arranca un curso y entró en primero de la ESO me resulta imposible no jugar a imaginar cómo serán cuando terminen cuarto. Hay una constante en los alumnos del último curso:  se despiden guapísimos  y preparados para sobrevivir en un mundo que se ha vuelto complejo. Cuando te despides de ellos, tras la graduación, te queda la certeza de que algunas cosas hemos hecho bien. Esa sensación es impagable.

 

En pocos meses este grupo  tan especial será historia, una orla en el pasillo de la entrada y muchos recuerdos que se irán desgastando irremediablemente para mezclarse con el  gran relato de la historia de nuestro Colegio. Ojalá les sirva algo de lo que han aprendido aquí. Mientras escribo este esbozo de última  despedida, los veo esforzándome con el examen de  Historia. Levantó  la mirada al horizonte de Burjassot y sonrió convencido de que las cosas les van a ir bien.

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