Desde que comenzó el confinamiento las tareas escolares han sido un tema complicado en redes y medios de comunicación y ha sido el eje central de preocupación de muchos profesores y familias.
Existe una preocupación por solucionar las desigualdades y poner énfasis en la necesidad de adaptarse a los alumnos y no al revés.
Del mismo modo en que se trata de atender las diferentes necesidades dentro del aula, ahora, con más motivo, debemos ser más tolerantes a la diversidad existente entre las familias con las que compartimos proyecto.
Estas familias nos han tendido su mano para hacer de puente con sus hijos o nietos. Se han convertido en el cable conductor de conocimientos y emociones.
La realidad es que hay niños en muy diversas situaciones.
Hay unos niños sin ordenador e incluso sin móvil, con los cuales hemos tenido que improvisar la metodología, e incluso dar la clase por teléfono fijo. Todos hemos tenido que adaptarnos en un corto espacio de tiempo.
Gracias al apoyo familiar y del entorno hemos conseguido solventar la situación, creo que satisfactoriamente.
Rosario R.