Las heridas de la crisis

¿Cómo hemos llegamos hasta aquí?, y lo que es más importante: ¿cómo salimos de ésta?

Sabemos que intentar responder a estas endiabladas preguntas es un ejercicio de ingenuidad, más si cabe cuando los que nos gobiernan llevan desde el 2008 intentando encontrar la solución de este tsunami que ha transformado nuestras vidas y las de nuestras familias. Conscientes de lo ingenuo del esfuerzo, el pasado mes de febrero organizamos un debate para intentar dar con la solución definitiva a la actual crisis económica. Desafortunadamente se cumplieron los pronósticos y no dimos con la pócima mágica, pero al menos si encontramos algunos de los ingredientes que no deberían faltar en el camino de la recuperación, eso si antes no se cumple la profecía de los mayas y se acaba el mundo.

“La solución pasa por pedir más dinero para reactivar la economía, al tiempo que seguimos pagando.” defendía Sofia, pero Laura no lo veía tan claro porque: “endeudarse más sólo conduciría a tener más deuda y el problema seguiría sin resolverse o se volvería peor a medio plazo.” Ante la disyuntiva de pagar o estimular la economía, Rubén fue contundente: “son tiempos de ir de listo, si nos hace falta dinero para mover la economía, tenemos que buscarlo donde sea y si para eso tenemos que asegurar que lo vamos a devolver lo hacemos y ya veremos”…

Cuando analizamos cómo nos hemos endeudado tanto, María nos recuerda que buena parte de la deuda es individual, de las personas que se hipotecaron para conseguir comprar la casa. Los bancos son responsables, responden varios de los compañeros. Victoria defiende que podíamos obligar a los bancos para que vendieran las casas que tienen más baratas. Hay un consenso bastante generalizado en el papel responsable de las entidades financieras.

En la siguiente intervención, Aarón mueve el foco y se centra en el insoportable desempleo preguntándose si no sería mejor obligar a los empresarios para que se contraten primero a los españoles. El comentario es provocador y hay varios compañeros que quieren responder a la “sugerencia”. Sofía lo ve bien pero otros piensas que es un despropósito porque eso no ayudaría a solucionar nada. Rubén expone que los empresarios tienen derecho a contratar a quien les de la gana, a los mejores y no les debería importar las nacionalidades. Además, durante mucho tiempo los padres de nuestros compañeros nacidos en otros países llegaron a España porque había trabajo para ellos, muchas veces porque los españoles no querían hacerlo (comenta otro compañero). No es justo considerarlos parte del problema cuando no han tenido nada que ver en la situación, concluye Rubén.

Zanjada la discusión, nuestro compañero Aarón vuelve a disparar con otra afirmación polémica: “No deberíamos gastarnos dinero en cosas como la visita del Papa mientras estemos en crisis”, a lo que María le contesta que la visita del Papa fue un negocio, porque la gente que vino de todo el mundo se gastó más dinero de lo que había costado.

De vueltas a él, porqué estábamos como estábamos, Victoria defiende que el problema fundamental es que habíamos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades; sólo hay que acordarse de como subían los precios. En su opinión nuestros gobernantes no supieron tomar medidas a tiempo y por eso ahora estamos tan mal.

“¿Dónde está todo el dinero que se ha prestado?”, se pregunta Irene. “Mucho está enterrado en las casas sin vender”, vuelve a repetir Victoria, que insiste en la necesidad de obligar a los bancos a que vendas sus casa más baratas. “¿Y si nos vamos del euro?”, plantea Aarón siguiendo su estrategia de la provocación. A casi nadie le gusta la idea porque no se imaginan la vida con otra moneda. Sólo el profesor, que es muy viejo, es capaz de pensar en pesetas.

Sobre las medidas a tomar para salir de la crisis, María advierte que los recortes y las bajadas de precios son necesarios para ir pagando la deuda y advierte del problema de las cientos de miles de personas desempleadas que en los próximos meses dejarán de cobrar.

Llegados a este punto, es hora de concretar medidas contundentes que pasan por más recortes aunque muchos creen que no es bueno porque sube el paro. María sugiere que estaría muy bien echar un vistazo a los países que han pasado por situaciones de crisis parecidas, por si podíamos encontrar alguna idea. Rafa ve necesario impulsar aún más el turismo y Victoria piensa que se deberían buscar empresas extranjeras que quieran invertir en España. Además hace falta que los bancos den crédito, que se recorten gastos y que se castigue duramente la corrupción. En estas, Aaron sugiere que habría que revisar los gastos del Rey. Terminamos la discusión con la sensación de que estamos en medio de una situación muy complicada, donde es difícil encontrar la solución, pero con la convicción de que hay muchas cosas que se pueden hacer.

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