Ronald Reagan fue un actor mediocre del Hollywood de los cuarenta y cincuenta antes de convertirse en presidente de los Estados Unidos. El musculoso Arnold Terminator Schwarzenegger nacido en Austria en 1947 y llegó a ser gobernador de California durante los 2000. Berlusconi y Jesús Gil usaron clubs de fútbol para ganar notoriedad. Mario Conde utilizó su paso heterodoxo por la presidencia de un banco al que arruinó para lanzar su carrera política. Ruiz Mateo descubrió su vocación de servicio público tras la expropiación de su holding de empresas y el millonario Donald Trump podría ser el nuevo presidente de los EEUU después de hacerse famoso participando en realities de dudoso gusto. Ante este panorama, ¿sería bien recibida en la política española estrellas de la televisión como Belén Esteban, Rafa Mora, José Javier Vázquez, Bertín Osborne, etc? ¿Se imaginan a Bob Esponja presidente del gobierno?
Para contestar a estas y otras cuestiones fundamentales de estos tiempos inciertos, el pasado mes de abril los estudiantes y profesores de la ESO, en una acción conjunta de los departamentos de Ciencias y del área de Ciencias Sociales, nos embarcamos en la elaboración de unas encuestas para dibujar el mapa de los medios de comunicación que consumismos y de las vías para acceder a ellos. Esperemos que el análisis de los datos obtenidos nos permita cartografiar como construimos nuestra concepción del mundo, nuestras opiniones, nuestras críticas, nuestros puntos de vista y cómo disfrutamos de ese ocio catódico y musical .
¿Hemos cambiado tanto?
Los modelos de smart phone se suceden en un ritmo de novedades sin fin, Netflix, Movistar Plus, Vodafone televisión, televisión por cable, por satélite, You Tube, Televisión Digital Terrestre, Internet y las redes sociales parecen haber dinamitado el rol de la televisión como centro del espacio doméstico, sin embargo, nuestra encuesta señala que la tele; cada vez más grande, delgada, curva, hiper realista y smart, sigue siendo el lugar donde se informa el 86, 8% de la gente. Todos los días Antena 3 y Telecinco cuentan a casi siete de cada diez lo que está pasando en España y en el mundo. Además, la mitad de los encuestados reconocen completar con la radio sus deseos de información. La SER, Onda Cero y la COPE son, en este orden, las emisoras de radios más seguidas.
Con el paisaje descrito podríamos pensar que seguimos los mismos usos y costumbres del siglo XX, ese Siglo Corto como lo bautizó Hobsbawn, donde muchos de estos medios vieron la luz o se popularizaron. Sin embargo, la encuesta refleja, junto a estas continuidades, profundos cambios y fracturas. Para empezar, Internet aparece como el segundo medio más fiable para el 32 % de los encuestados ligeramente por detrás de la televisión, 32,6% , y muy alejado de los periódicos que sólo son tenidos por ciertos para el 19, 5 % o la radio, que sólo convence al 15,7 %.
El declive de la prensa es quizás la muestra más evidente de que el mundo solido del Siglo XX se desvanece para presentarse cada vez más líquido (Bauman) e inestable. Mientras Internet es utilizado por casi 7 de cada 10 personas para informarse y el 63, 1 % se conecta al menos una vez al día para ver que ha ocurrido, un 58,3 % nunca lee periódicos. Además, resulta muy revelador que entre los que sí lo hacen Levante y las Provincias sumen más del 60 % de los que siguen utilizando periódicos de papel y tinta para conocer lo que pasa. Este dato demuestra que es la necesidad de información de cercanía, tan escasa en los grandes medios radicados en Madrid o Barcelona, la que mantiene el interés por la prensa tradicional.
¿Qué veíamos y qué escuchábamos?
Antes de la revolución tecnológica nos gustaba encender la televisión para ver películas, series y noticias. Cada día, más de la mitad de la población pasa entre 3 y 5 horas frente a la pantalla. Los gustos no han cambiado mucho, lo que sí ha supuesto una revolución sin precedentes es donde vemos la producción audiovisual porque el 32, 9 % reconoce que usa también otros dispositivos, fundamentalmente tablets, móviles y ordenadores. No varían mucho los formatos televisivos que se consumen, tal vez las series ganen algo de terreno cuando se migra de la televisión a otros soportes y pantallas. Lo que sí se extinguió para siempre es la imagen de la familia que se reúne todas las noches en el salón para ver la televisión y también está a punto de saltar por los aires el horario televisivo.
¿Se acuerdan de aquellas máquinas de discos de los bares, de los walkmans, discmans y equipos de música? Olvídense porque son fósiles del mundo industrial sólido. El gran terremoto se produjo en algún punto de finales de los 2000 y hoy es el móvil la herramienta esencial para escuchar música para el 38, 5 % y You Tube para el 23, 1 %. La radio mantiene su vigencia aunque pierde terreno; un 37 % la sigue utilizando para escuchar música y sólo un 11,5 % , menos del porcentaje de personas que reconocen no escuchar música nunca, recurren a equipos de música. Tan tremenda transformación de la forma de consumir música podría explicar la proliferación de canciones de muy fácil digestión, exceso de Auto Tune, ritmos cuatro por cuatro, repetición de estribillos y ADN de politono que se agrupan en listas de éxito sin ninguna referencia ni contexto ¿Se ha convertido el consumo de discos y Cds en un hábito minoritario y elitista frente al consumo bulímico de canciones de éxito de vida efímera, sin pretensiones artísticas, sin riesgos y sin ningún interés por sus contextos? ¿Resulta ya inconcebible dedicar 46 minutos a disfrutar de un trabajo completo y unitario de nuestro grupo favorito?
¿Podría Bob Esponja ser presidente del gobierno?
A tenor de los datos expuestos y aprovechando el contexto político inédito, voluble y de crisis de liderazgos amplios que se ha abierto en nuestro país tras el dilatado ciclo de elecciones que 
vivimos en el 2015 y que aún no hemos cerrado, podríamos afirmar que sí. Bob Esponja es un personaje importante de la televisión y ésta, pese a la explosión de medios, sigue siendo central en la formación de liderazgos. Para que te voten es fundamental que antes te conozcan y la tele sigue siendo el mejor escaparate posible. Si además consigues trasladar esa capacidad de atracción a la red, multiplicarás tus posibilidades, no olvidemos que casi un 40 % de la audiencia busca contenidos audiovisuales en Internet. Tampoco estaría demás cultivar una presencia activa en las redes sociales donde el 70,1 % reconoce tener perfil. Tomen nota: la participación en Facebook es abrumadora seguida de Instagram y en menor medida Twitter. Con esta mezcla de medios tradicionales y 2.0, un buen relato de lo que nos ha pasado y unas cuantas propuestas sencillas e ilusionantes, las posibilidades del rubio que vive en una piña debajo del mar se dispararían. No frunzan el ceño con desaprobación. ¿Están ustedes seguros de que todos los presidentes que hemos tenidos estaban más preparados para la tarea que el gran Bob? .
Departamento de Ciencias, Área de Ciencias Sociales, profesores de la ESO y todas nuestras alumnas y alumnos de la ESO.